lunes, febrero 23, 2009

Poema XXI

De Jorge Isaías
La huella
que el hurón
dejaba
en los caminos
el vuelo
raudo
de aquella
tijereta
el peso ceniza
de la torcaza
sobre el fresno
ese radiante sol
de mayo
de cuando mis padres
vivían
y la plenitud
era palpable
tanto como este ocaso
que la incertidumbre ganó.

Del libro El vuelo de la abeja (2008)

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