sábado, abril 05, 2008

Público y privado


Los espacios públicos y privados se pueden confundir en el transcurso de una gestión y es identificable desde "las pequeñas acciones".No es la primera vez que escribo sobre la situación de la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez y la gestión de su actual directora María del Carmen Dángelo.Dicha institución padeció el olvido de la Secretaría de Cultura -durante mucho tiempo- por supuestas diferencias con la responsable de la Biblioteca,aunque en el medio quedemos los usuarios y los trabajadores de la institución.


Ante los continuos pedidos realizados a la Directora aparecía como única respuesta "No hay presupuesto".Por lo que se veía a diario que no había dinero ni siquiera para papel higiénico ni jabón para los baños de los empleados, es decir, no había dinero ni para las necesidades mínimas.Pero el dinero fue apareciendo en la medida que se fue haciendo público el estado de situación en este blog.



En la Biblioteca se cobró un bono voluntario de un peso mensual por cada usuario durante varios años,luego fue suspendido ante el pedido de explicaciones de parte del personal acerca del destino del dinero ya que los empleados debíamos responder esa pregunta a los usuarios.Durante el transcurso de una asamblea, ante la pregunta sobre el destino de lo recaudado, la Directora María del Carmen Dángelo respondió ofuscada preguntando si creíamos que ella se lo apropiaba.Nadie pensó ni le dijo eso pero semejante respuesta sólo generó desconcierto acerca del tema;inmediatamente se dejó de cobrar el bono contribución.La funcionaria olvida que desde ese lugar debe estar abierta a las preguntas ya que no es una empresa privada de su pertenencia sino una entidad pública.

Y no aparece clara la línea que diferencia lo público de lo privado cuando la Directora se lleva siete libros nuevos (todos juntos) a su domicilio antes de ser catalogados e incluidos en el sistema de la Biblioteca, es decir, sin ningún control.Aunque después los devuelva el hecho de que sea la máxima responsable de la institución no la exime de cumplir los requisitos de cualquier usuario de la misma.Dicha actitud refleja, una vez más, cómo desde la máxima autoridad hacia abajo algunas personas utilizan,también, las jefaturas para tener privilegios que incluye salidas de shopping o en comisión para asuntos personales dejando traslucir que existe una reglamentación para "algunas Jefas" (no son justas las generalizaciones) diferente a la del resto del personal.

La Directora está en condiciones de jubilarse pero pidió una prórroga por razones personales, ahora me pregunto ¿porqué se prioriza el interés de una persona por sobre la institución que atraviesa un evidente deterioro, no sólo material?.Por otro lado bajo qué criterio se decide solicitar la asignación de "adicionales" a personal jerárquico que "casualmente" se enferma durante las vacaciones de enero para postergarlas y después disponerlas durante el resto del año o para "alguna" coordinadora que se jacta de "descoordinar" tratando de justificar sus distracciones.El abuso de los partes médicos es una constante de parte del personal responsable de algunas áreas; aquí los resfríos se van transformando en otras enfermedades que suelen durar,"casualmente", treinta días. Es decir, se puede padecer de alguna dolencia únicamente para concurrir al lugar de trabajo, no así ,para el resto de sus actividades cotidianas.Y si se hiciera un análisis de los días trabajados por año, por cierto que resultarían bien pocos.

Con esto queda claro que la Directora fue concediendo privilegios o adicionales asegurando una cadena de obsecuencia -en algunos casos- que le permita llegar a jubilarse cuando le resulte conveniente.¿Hasta cuándo se van a permitir estos privilegios?¿Cómo se justifica que la Jefa de catalogación del turno mañana no sea bibliotecaria? ¿ La Secretaría de Cultura controla la administración de la Biblioteca Argentina?¿A quién se rindió cuenta de lo comprado con la donación de dinero realizada por la Bolsa de Comercio?.Son algunas preguntas a las que no puedo responder porque,hace un tiempo, la Directora me negó una entrevista.

El estado de letargo en el que se encuentra la Biblioteca Argentina no se debe al auge de internet sino a todo lo enunciado que no es más que un reflejo de quien dirige la institución.






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