Hoy estamos despidiendo de cerca, muchos y desde la distancia ,otros, a un poeta popular que supo hacer de la literatura un testimonio de su tiempo.Tiempos difíciles obligaron a Mario Benedetti a vivir en el exilio para escapar de la dictadura militar que se adueñó no sólo de su Uruguay natal sino,también, de América Latina.
Era amigo de la palabra y de la ternura que se hace carne cuando sus versos se pronuncian.Tuve oportunidad de conocerlo hace muchos años cuando vino a Rosario a presentar un libro: me encontré con un hombre menudo de rostro plácido y amable, guardo esa imagen y también recuerdo que en una entrevista -emitida por Canal à- dijo que su única religión era la conciencia,razón por la que fue un escritor comprometido con su tiempo.Me gustaría recordarlo a través del poema:
Era amigo de la palabra y de la ternura que se hace carne cuando sus versos se pronuncian.Tuve oportunidad de conocerlo hace muchos años cuando vino a Rosario a presentar un libro: me encontré con un hombre menudo de rostro plácido y amable, guardo esa imagen y también recuerdo que en una entrevista -emitida por Canal à- dijo que su única religión era la conciencia,razón por la que fue un escritor comprometido con su tiempo.Me gustaría recordarlo a través del poema:
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
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