sábado, julio 01, 2006

Para leer a Ariel Dorfman

Por Claudia Bazán

Vladimiro, más conocido como Ariel Dorfman, se convirtió en un clásico con su obra "Para leer al Pato Donald" (1971)donde quitó el velo de supuesta inocencia a la historietas de Disney develando la ideología dominante sobre la cultura popular.Dicho libro escrito junto a Armand Mattelart fue parte de la bibliografía revolucionaria de los setenta.En esta línea también publicó :“Ensayos quemados en Chile” (1974), “Supermán y sus amigos del alma” (1974) (con Manuel Jofré), “La última aventura del Llanero solitario” (1979), “Reader’s nuestro que estás en la tierra” (1980), “Patos, elefantes y héroes” (1985), “Sin ir más lejos” (1986), “Los sueños nucleares de Reagan” (1986). También fue autor de “Imaginación y violencia en América" (1970),"Como se adopta a un huérfano", un breve ensayo sobre el film “El Extraterrestre”(1983), de Steven Spielberg ,“De elefantes, literatura y miedo: la comunicación americana” (Casa de las Américas, 1986).



Con el derrocamiento de Salvador Allende en Chile debió exiliarse en Francia,Holanda y los E.E.UU,donde también colabora en varios periódicos estadounidenses.Participó en dos documentales argentinos ,Harto de Borges y Soriano, donde sumó sus palabras para referirse a dichos escritores.


Además de ensayos escribió narrativa en "Moros en la costa" (1973), "La última canción de Manuel Sendero" (1982), "Dorando la píldora" (1985), "La nana y el iceberg "(1999), "Terapia" (2001) y "Memorias del desierto" (2005).

Como dramaturgo fue premiado varias veces en Broadway por "La muerte y la doncella" ,luego filmada por Roman Polanski. En esta obra abordó la temática de la represión política y las marcas que ella dejaba.También es autor de "Viudas" que se desarrolla en un pequeño pueblo de montaña donde los hombres han desaparecido en un período de crisis social, entonces son las mujeres quienes deben enfrentar a los militares y me gustaría rescatar la voz de Fidelia cuando dice:

(...)hay historias que piden a gritos ser
contadas y , si no hay palabras todavía para ellas, se hacen piel para
esperar
el momento.El viento las
lleva, y el humo, y el río,las palabras
de cada
historia encontrarán el
camino hasta el lugar más solitario y
lejano,
siempre que haya
alguien que quiera escuchar...


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