1983-Era una adolescente que no podía votar ;me faltaban tres años para los dieciocho.Una multitud estaba festejando en la plaza el regreso a la democracia con el triunfo de un estadista: Raúl Alfonsín.Entendía muy poco de política pero cuando lo escuchaba me transmitía serenidad y certeza de que la utopía era posible, en esos años la política aparecía como la única alternativa para generar cambios en un país que no dimensionaba los estragos del Proceso militar ,que intentaba dejar atrás.
Contrario a ello, hoy existen algunos políticos -productos del marketing- que contribuyen al menoscabo de la práctica política cuando dicen que no vienen a la política para ser políticos y entonces me pregunto ¿para qué?.¿Acaso no es la política la única herramienta para transformar la realidad?, ¿acaso no es la que posibilita que los sueños colectivos se conviertan en realidad?.
El neoliberalismo que reinó durante la dictadura militar logró mimetizarse en discursos de políticos pragmáticos que lograron, a lo largo de los años de democracia, una desvalorización de la política que resultó funcional a sus intereses y contribuyó a la apatía ciudadana durante la década menemista.Hoy es común oír "En política no me meto, es para corruptos", por eso resulta llamativo que se destaque de Raúl Alfonsín su austeridad y honestidad, entre todas sus virtudes.
Más que llamativo resulta coherente su honestidad con una fuerte vocación política ,cualidad que escasea en gran parte de la clase dirigente.Entonces se me ocurre que el mejor homenaje que podemos realizarle sea recuperar a la política como herramienta para construir un país para todos porque lo que nos dejaron hasta hora los neoliberales es la idea de que nuestro país no tiene salida y ,de ese modo, los mercaderes se apoderan de lugares estratégicos para realizar sus negocios.
Los lugares que no se ocupan se ceden, entonces, si los honestos no se involucran porqué nos sorprendemos cuando decimos, en algunos casos, que nos gobiernan los ladrones.De este modo permitiremos que los militares hayan logrado uno de sus principales objetivos: aniquilar la idea de que es posible un país con lugar para todos.
Con su carisma me transmitió la esperanza y lamenté mucho no poder votarlo.Con su honestidad, capacidad de liderazgo y vocación política luchó por un valor fundamental: la democracia.Más allá de los aciertos o errores prevaleció esa idea como primordial de la vida republicana.
Contrario a ello, hoy existen algunos políticos -productos del marketing- que contribuyen al menoscabo de la práctica política cuando dicen que no vienen a la política para ser políticos y entonces me pregunto ¿para qué?.¿Acaso no es la política la única herramienta para transformar la realidad?, ¿acaso no es la que posibilita que los sueños colectivos se conviertan en realidad?.
El neoliberalismo que reinó durante la dictadura militar logró mimetizarse en discursos de políticos pragmáticos que lograron, a lo largo de los años de democracia, una desvalorización de la política que resultó funcional a sus intereses y contribuyó a la apatía ciudadana durante la década menemista.Hoy es común oír "En política no me meto, es para corruptos", por eso resulta llamativo que se destaque de Raúl Alfonsín su austeridad y honestidad, entre todas sus virtudes.
Más que llamativo resulta coherente su honestidad con una fuerte vocación política ,cualidad que escasea en gran parte de la clase dirigente.Entonces se me ocurre que el mejor homenaje que podemos realizarle sea recuperar a la política como herramienta para construir un país para todos porque lo que nos dejaron hasta hora los neoliberales es la idea de que nuestro país no tiene salida y ,de ese modo, los mercaderes se apoderan de lugares estratégicos para realizar sus negocios.
Los lugares que no se ocupan se ceden, entonces, si los honestos no se involucran porqué nos sorprendemos cuando decimos, en algunos casos, que nos gobiernan los ladrones.De este modo permitiremos que los militares hayan logrado uno de sus principales objetivos: aniquilar la idea de que es posible un país con lugar para todos.
2 comentarios:
Me hizo mucho bien leer tu post, como cada post que se ha escrito respecto de Dn. Raúl...
Son tantos los recuerdos, toda mi vida desde los 17 años junto a mi novio que ahora es mi marido lo pasamos en el alfonsinismo.
Cariños
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