Por Silvana Graziutti
Las ganas y la necesidad de bienestar económico de muchos jóvenes argentinos en plena época de crisis, desempleo e inseguridad, llevó a que muchos emigraran a Estados Unidos, pero principalmente lo hicieron a España e Italia. Estos países que, alguna vez vieron partir a nuestros ancestros huyendo de los horrores y miserias de la guerra, hoy ven llegar a los nietos o bisnietos de éstos. Algunos con su título bajo el brazo, otros lo hicieron de aficionados o tan solo quisieron “ver que onda” a la hora de conseguir un trabajo en el viejo mundo. Existen muchas historias, hoy voy a contar una, que tiene como protagonistas a dos personas de culturas distintas pero que están unidas por un mismo sentimiento: el amor.
Maggie tiene 33 años, es rosarina y se graduó hace unos años de kinesióloga. Javier tiene 32 años, es canario (nacido en Islas Canarias, España) y trabaja para una importante empresa agroalimenticia que exporta aguacates (paltas) a Europa Continental. Ambos se conocieron hace un año y medio en una playa en la isla de Tenerife. Residen en Santa Cruz de Tenerife, una de las ciudades principales.
Hace unos días que están de paseo por Rosario visitando a familiares y amigos, junto a Bruno, su bebé de tan sólo tres meses. Para Javier es la primera vez que pisa suelo americano y en una entrevista, que resulta mas bien una charla de café, amena y sincera, relata lo que observa a lo largo de este viaje por Argentina.
¿Cómo ve España la crisis Argentina?
Allí no podemos creer por lo que atravieza este país con tanta riqueza, no se puede comprender... los niños pidiendo dinero en las esquinas, eso allí (en España) es impensable. Si ello ocurriese el gobierno español puede quitarle el niño a sus padres, lo dejan en adopción en un ascilo y castigan a los padres.
¿Qué percibiste de la situación económica acá?
Escuchas a la gente que se quejan porque el dinero no les alcanza y cada vez tienen que trabajar más para ganar menos. Que todo está caro, principalmente la carne de vaca, ¿qué ha hecho el gobierno con las exportaciones? Había contratos firmados hasta con Rusia, joder!!!
Tomamos como habitual o natural los hechos de corrupción...
Ustedes se resignan a la corrupción de los gobiernos, cuando deberían revertirlo, no deben quedarse callados.
¿Conociste la ciudad de Buenos Aires?
Sí. Me resultó muy parecida a Madrid. Aunque la gente vive acelerada, conducen como locos... también aquí en Rosario.
Conociste el río Paraná, ¿te gustó?
Sí. Es increíble!!! Hasta filmamos a un buque gigante, porque cuando lo cuente allí no lo van a creer.
¿Qué piensan en España de los argentinos?
Por un lado los vemos como creídos, como que quieren sacar ventaja de todo. Por el otro los vemos como muy bien preparados profesionalmente, hay profesionales muy buenos y exitosos.
A Javier se lo ve entusiasmado por seguir conociendo la Argentina, jura que nunca vió tantos kilómetros de campo y cuenta la anécdota de que sus abuelos comían trigo argentino durante los años de miseria en Europa. Maggie, su esposa, logró instalarse un consultorio de fisioterapia en Canarias, cosa que “aquí hubiese sido imposible”, afirma ella. Esta es una de tantas historias, en donde dos personas de nacionalidades diferentes construyen un futuro cuya base es el amor, el trabajo y el sacrificio para vivir en una sociedad más justa, y ojalá la Argentina algún día pueda llegar a que los contrastes que hoy nos diferencian, pasen a ser sólo matices para todos los que la habitamos;por que tenemos todo para logarlo.
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