Ayer,en una reunión de parte del personal de la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez con el Sr. Pablo Vanelli del Sindicato de trabajadores municipales se trataron varios temas, entre ellos, la situación edilicia de la institución.En dicha reunión la directora María del Carmen Dángelo, en forma exaltada, me dijo que porqué no me iba a hacer periodismo a otro lado o que si no me gustaba trabajar allí que me fuera, entre otras cosas, que no vale la pena reproducir aquí y a lo que yo tampoco contesté porque me pareció lamentable la forma en que me hablaba.Si no me voy es porque me gusta mi trabajo y quiero a la institución en la que me desempeño por su gran aporte a la educación pública.
Antes de comenzar a escribir sobre la situación en la Biblioteca sabía que existen "caminos institucionales" a los que me ajusté firmando cada nota que presentamos en conjunto, con el resto de mis compañeros.Mi decisión de hacerlo público se basó en las continuas postergaciones o la falta de respuesta que tuvieron los diferentes problemas que tiene la institución.No solamente soy empleada de la Biblioteca, sino que también,soy usuaria y periodista, por lo tanto, no puedo dejar de señalar las consecuencias del olvido al que es sometida una institución, soporte de la educación pública.
Algunos sostienen, en una visión un poco determinista, que Internet está provocando la decadencia de la Biblioteca, afirmando que los libros son reemplazados por los contenidos que se generan en la Red.A lo largo de la historia ha quedado claro que pocas veces,"nuevas tecnologías" provocaron la desaparición de las anteriores, en todo caso, generaron transformaciones en las existentes.Lo único que está afectando a la institución es el olvido, la falta de inversión y de gestión en una institución que como extensión de la educación pública debería ofrecer la cantidad de libros suficientes y una insfraestructura acorde, que asegure el acceso de los estudiantes al material necesario para realizar sus estudios.
La Directora se olvida que no se trata de una cuestión personal, de que me resulte confortable o no mi lugar de trabajo.Se trata de la responsabilidad que le cabe, tanto por la seguridad de los trabajadores como de los usuarios de la institución, cuando las instalaciones de gas en el salón de lectura están realizadas en forma precaria, el yeso deteriorado,el cableado eléctrico afectado por las filtraciones,y las posibilidades de nuevas inundaciones cuando comience la época de lluvias.Con respecto al gas, recuerdo un día en que por la poca presión una de las estufas se apagó pero continuó despidiendo gas -sin que nos diéramos cuenta de que se había apagado- ¿ello no significa un riesgo?.
Le respondo al Sr. Vanelli quien me dijo que si sigo haciendo pública la situación de la Biblioteca podría traerme consecuencias laborales -ante lo que el sindicato poco podría hacer ya que existe un artículo en el estatuto municipal que prohíbe hablar en el exterior sobre las cuestiones institucionales-, que son varias las personas que olvidan de que existe la "libertad de expresión".
El autoritarismo no es más que una muestra de impotencia y debilidad a la que se recurre cuando aparece la intolerancia a diferentes puntos de vista o el interés de mantener el statu quo a como de lugar,aunque la institución se caiga a pedazos.
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Antes de comenzar a escribir sobre la situación en la Biblioteca sabía que existen "caminos institucionales" a los que me ajusté firmando cada nota que presentamos en conjunto, con el resto de mis compañeros.Mi decisión de hacerlo público se basó en las continuas postergaciones o la falta de respuesta que tuvieron los diferentes problemas que tiene la institución.No solamente soy empleada de la Biblioteca, sino que también,soy usuaria y periodista, por lo tanto, no puedo dejar de señalar las consecuencias del olvido al que es sometida una institución, soporte de la educación pública.
Algunos sostienen, en una visión un poco determinista, que Internet está provocando la decadencia de la Biblioteca, afirmando que los libros son reemplazados por los contenidos que se generan en la Red.A lo largo de la historia ha quedado claro que pocas veces,"nuevas tecnologías" provocaron la desaparición de las anteriores, en todo caso, generaron transformaciones en las existentes.Lo único que está afectando a la institución es el olvido, la falta de inversión y de gestión en una institución que como extensión de la educación pública debería ofrecer la cantidad de libros suficientes y una insfraestructura acorde, que asegure el acceso de los estudiantes al material necesario para realizar sus estudios.
La Directora se olvida que no se trata de una cuestión personal, de que me resulte confortable o no mi lugar de trabajo.Se trata de la responsabilidad que le cabe, tanto por la seguridad de los trabajadores como de los usuarios de la institución, cuando las instalaciones de gas en el salón de lectura están realizadas en forma precaria, el yeso deteriorado,el cableado eléctrico afectado por las filtraciones,y las posibilidades de nuevas inundaciones cuando comience la época de lluvias.Con respecto al gas, recuerdo un día en que por la poca presión una de las estufas se apagó pero continuó despidiendo gas -sin que nos diéramos cuenta de que se había apagado- ¿ello no significa un riesgo?.
Le respondo al Sr. Vanelli quien me dijo que si sigo haciendo pública la situación de la Biblioteca podría traerme consecuencias laborales -ante lo que el sindicato poco podría hacer ya que existe un artículo en el estatuto municipal que prohíbe hablar en el exterior sobre las cuestiones institucionales-, que son varias las personas que olvidan de que existe la "libertad de expresión".
El autoritarismo no es más que una muestra de impotencia y debilidad a la que se recurre cuando aparece la intolerancia a diferentes puntos de vista o el interés de mantener el statu quo a como de lugar,aunque la institución se caiga a pedazos.
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