lunes, agosto 25, 2008

¿De qué hablamos cuando decimos Riesgo País?



Ricardo Aronskind (UBA) escribió el libro "Riesgo País" donde explica cómo el indicador económico sirvió para manipular a la opinión pública durante la crisis del año 2001.Durante ese año dicho índice dejó de ser información especializada para ser impuesta en los medios de comunicación como una suerte de "servicio meteorológico" que influía sobre la percepción ciudadana acerca de la situación política.

Una suerte de alienación colectiva - en el preludio de la crisis del 2001- impedía comprender a la mayoría de la gente las razones sobre la crisis económica, todo ello, con la contribución de los medios de comunicación que reproducían los discursos de economistas neoliberales que imponían un discurso único.De este modo la jerga económica operó como un mecanismo de poder al desplazar discursos alternativos de los escenarios mediáticos, dejando en claro, que no debemos olvidar que los medios de comunicación son,primero, empresas que , muchas veces, pueden exponer "noticias interesadas".


El grado de colonización se hizo visible cuando la opinión pública fue asimilando el Riesgo país como una suerte de barómetro objetivo que medía el estado de la economía argentina siendo que, en realidad, se trataba de una compañía norteamericana que analizaba la capacidad de pago de nuestro país a los acreedores.Poco tiene que ver con la macroeconomía ya que un país con poco crecimiento económico que estuviera en condiciones de pagar su deuda presentaría un índice bajo de riesgo país, no presentando dudas sobre la capacidad de pago.

Durante el el año 2001 el bienestar del país pareció depender de la evolución de ese indicador siendo que el riesgo de default no era nuevo sino que existía desde el año 1996 por el aumento de las importaciones y la caída de exportaciones, el estado negativo de precios y tasas de interés.El elevado endeudamiento externo fue el principal disparador de la crisis que encontró su punto máximo con el corralito.A ellos había que sumar el alto índice de desocupación,la recesión económica y la "violencia en el espacio público y la delincuencia, otros componentes del riesgo ciudadano, crecieron en paralelo al derrumbe de las condiciones de vida de mas del 60 por ciento de la población del país".

También el pragmatismo difundido por políticos y "comunicadores" acentuaba la indiferencia de la población hacia comportamientos ilícitos de la clase política.Aronskind señala como llamativo el aumento del tráfico de drogas durante la década menemista que estimuló la violencia e inseguridad social.Y , agrega que como nunca se hizo visible "el grado de control ideológico de buena parte de la población por un conjunto reducido pero poderoso de intereses concentrados" cuando los riesgos a los que fueron expuestos los ciudadanos argentinos poco tenían que ver con los detectados por el Riesgo país.


El economista señala que si bien el IRP "perdió puntualmente capacidad de incidir sobre el estado de ánimo colectivo, el entramado ideológico que lo sustenta no fue desplazado significativamente por una visión alternativa de la economía y la sociedad, ni de las relaciones económicas internacionales",persisten los presupuestos que hicieron del IRP un dato "objetivo" de la realidad argentina:

  • - "que Argentina requiere, indispensablemente capitales externos para funcionar,
  • -que los "mercados" deben ser satisfechos para que los capitales vengan a dar trabajo y
  • -que quienes "saben" de economía -que es precisamente qué quieren los mercados-son los "economistas profesionales", o sea, neoliberales".






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