Por Nacho Blaconá 
El perro de prensa –como buen nieto que era- estaba dispuesto a todo para que su abuelo goce de una mejor calidad de vida.
El perro de prensa vive en la casa con su abuelo. Pero tomó la determinación de internarlo en un geriátrico. Ya está muy viejo y mañoso. Constantemente lo visitan chicas de los clasificados del diario. Y la casa del perro es una casa de familia…
Entonces comenzó a investigar como para internarlo en una institución donde no pusieran trabas y su abuelo pudiera disfrutar los momentos de intimidad.
La empleada del geriátrico parecía una persona comprensiva…
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Quedaba claro que la “damisela” de los clasificados no tenía ningún tipo de problemas para llevar a cabo la fantasía…
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El perro quería simplificar las cosas. ¿Y si el servicio lo llevara a cabo la misma enfermera?
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Aunque una de las chicas se entusiasmó. ¡¡¡Quería hacerle el show a todos los abuelos del geriátrico!!!
¡¡¡¡Grande abuelo!!!!
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