domingo, septiembre 30, 2007

El olvido que mata

El Tango 02 ,que ahora es usado para transportar a folkloristas , estrellas o funcionarios de menor rango, gastó US$ 17.000 para llevar a integrantes de Canal 7 cuando viajaron para la reinauguración de una repetidora del canal estatal en San Rafael.La flota aérea presidencial consta de tres aviones, además del Tango 01: dos aviones Fokker F 28: el Tango 02 y Tango 03; y un Lear Jet de la Fuerza Aérea: el Tango 10.

A pesar de poseer dicha flota para el viaje a EE.UU del presidente Néstor Kirchner y su esposa se alquiló un Jumbo Boeing 747-200 con capacidad para 400 pasajeros por un costo de 300.000 dólares, aunque en total viajaron 40 personas;mientras que el avión presidencial Tango 01, en cambio, hubiera costado 140.000 dólares con la única diferencia de que hubiera tenido que hacer escala para cargar combustible.

Por lo antedicho que la pareja presidencial gaste el doble en un viaje al exterior no es dato menor cuando es noticia que murió Rosa Molina, una indígena toba que se suma a las catorce muertes anteriores.La desnutrición,el hambre,la falta total de recursos, las enfermedades endémicas como el chagas o la tuberculosis aniquilan a nuestros indígenas que son olvidades por un Estado perverso que sólo se acuerda de reaccionar cuando las imágenes terribles se televisan.

Las reacciones espasmódicas del Estado siguen siendo insuficientes cuando se gobierna pensando sólo en la provincia de Buenos Aires.El interior sigue siendo olvidado por todos los gobiernos y la pobreza estructural -no sólo de los indígenas- no es atendida en un país con récord de producción de cereales.La deforestación indiscriminada está dejando sin hogar y sin recursos a comunidades autóctonas condenadas a soportar el hambre y el desarraigo.

El discurso de la inseguridad que se instala, a través de los grandes medios, se olvida que la pobreza estructural es el gran mal que nos aqueja, aunque los políticos oficialistas basen sus discursos y promesas en mantener la estabilidad económica, pero sin ocuparse de los excluidos del sistema.

Por todo ello la muerte por desnutrición no es noticia cuando en el informe anual de Transparencia Internacional se ubica a la Argentina en el puesto 105, sobre 180 países y se establece una relación directa entre pobreza y corrupción.Por si fuera poco el Inde c anunció que el índice de pobreza es de un 23%, si es que puede ser creíble el Indec ,después de tantas manipulaciones.

Pronto decidiremos quién sera nuestro presidente/a, en nosotros está decidir de qué forma queremos que administren nuestro futuro,durante el menemato compramos la ilusión de la convertibilidad, que generó un voto cautivo complaciente con la corrupción del momento.Ahora la estabilidad aparece relacionada a un dólar sostenido desde el Banco Central, y avalado desde un gobierno con graves casos de corrupción.

De todo esto sólo me resta una pregunta que no puedo contestar:¿porqué toleramos la corrupción?Por cada gobierno corrupto que toleramos, son más los muertos por el hambre,los delincuentes que surgen desde la pobreza,los analfabetos,y no se soluciona con más mano dura sino con un reparto equitativo de la riqueza.Si votamos sólo pensando desde nuestro bolsillo no podemos asombrarnos cuando la realidad nos golpee de algún modo a través de terceros.

Aunque se haya querido instalar la falsa idea del pago de la deuda externa,cuando en realidad lo que se pagó al FMI sólo es un diez por ciento del total de ella, lo más grave sigue siendo la deuda interna que no incluye números sino a personas.









La siguente es una declaración de Muhammad Yunus,Premio Nobel de la Paz en una entrevista para el diario EL Mercurio:
-¿Conoce los bonsái?, me pregunta.

-Por supuesto, pero ¿qué tienen que ver con la pobreza?

-Si tomamos la semilla del árbol más alto del bosque y la ponemos en un macetero, va a crecer un árbol de medio metro, que llamamos bonsái. ¿Cuál es el problema? ¿Hay algo malo con la semilla o con el árbol? No, para nada. Es el mismo árbol y la misma semilla. El problema es que la pusimos en un macetero. Con los más pobres pasa lo mismo. Son personas igual que nosotros, con los mismos talentos y habilidades, pero están en un macetero. En este caso el macetero es la sociedad, que no les da oportunidades. Y por eso se desarrollan como “personas bonsái”. Si tuvieran las mismas oportunidades que nosotros estarían entre los árboles más altos del bosque


Clientelismo político

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