La Tierra No Puede Mas Con Tantos Secretos

Por Fabiana Altamirano

El pasado comienza a abrirse paso lentamente, por las voces que no pudieron callar, y por los cuerpos que no se rindieron la tierra necesita abrirse, no puede guardar tanta atrocidad.
Si bien es cierto que este año, al cumplirse 30 años del golpe militar de marzo de 1976, el terrorismo de estado fue parte de la agenda mediática. El ejercicio de la memoria se lo debemos a la dignidad de los Organismos de Derechos Humanos, desde las Madres de Plaza de Mayo pasando por Familiares, HIJOS y los diferentes Colectivos de Ex presos Políticos
De a poquito y con menos prensa se van sucediendo hechos en nuestra zona que ayudan a la reconstrucción histórica, Como las excavaciones llevadas a cabo por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el cementerio de Avellaneda, donde pudieron identificar entre 300 cadáveres el cuerpo de Maria Cristina Lanzilloto, una joven secuestrada en Pergamino y que fue vista con vida , por última vez en en la ciudad de San Nicolás.
También se están realizando excavaciones en el cementerio de la ciudad de San Lorenzo donde recientemente identificaron el cuerpo de un joven cordobés Alberto Isidoro Losada, de 22 años, desaparecido el 15 de mayo de 1975.
El 11 de mayo, culturamasiva publicaba un articulo sobre La Calamita, uno de los 350centros clandestinos de detención que funcionaron en nuestra provincia.
Por La Calamita, pasaron un centenar de militantes políticos y también se estima que hubo diez nacimientos y que aun no se conocen sus paraderos ya que la mayoría de las detenidas siguen desaparecidas y no se ha precisado su identidad.
En 1984, La Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) visitó Baigorria para iniciar las investigaciones de la quinta. El informe se inicia con el legajo 6692 de la desaparición de Héctor Pedro Retamar, militante del “Movimiento Villero” que fue secuestrado el 21 de mayo de 1977. En el se menciona a la “quinta operacional de Granadero Baigorria” denominada La Calamita.
Recordemos que Eduardo “Tucu” Constanzo quien el 14 de febrero pasado confesó ante El Juzgado Federal N° 4, haber enterrado “con sus propias manos” a un militante de apellido Remo en el campo mismo de La Calamita, también aseguró que el soldado Prat estaría enterrado en ese sitio.
Esto dio lugar a nuevas excavaciones no solo en el predio de la quinta sino que los especialistas solicitaron al juez a cargo, Germán Sutter Schneider, la protección de una propiedad ubicada frente al inmueble, que pertenecería a los mismos dueños y que fue ocupada por el ejército durante la última dictadura militar.