Una hermosa conjunción de acordes

Por Victoria Dellara

Los amantes de la música clásica tuvieron su espacio el pasado domingo en el Museo Castagnino. Allí se realizó uno de los conciertos pertenecientes al Ciclo Mozart, en el cual se presentaron Jotgelina Giorgis, Laura Brunetti, Alicia Caruso, Maru Goyol y Sebastián Muñoz.

La gente que concurrió salió muy satisfecha con el espectáculo. “Veinte años atrás era impensado escuchar esta clase de música en un museo de Rosario y por una entrada de un peso. Recuero que debía conformarme con escucharlo en casa y teniendo el sueño de algún día poder ver un concierto en vivo. Hoy es posible. Rosario ha abierto el campo cultural para todos los gustos”, comento Graciela, una de las personas que asistió a la velada.

El concierto fue muy íntimo (digno de esta clase de música). Los músicos se mostraron muy seguros en el escenario. No se les escapó ni el más mínimo detalle. La noche fue una gran obra de arte.

Su historia:
A la edad de ocho años, siendo ya un concertista reputado al que su padre (y educador) lo llevaba de gira por diversas ciudades, compuso su primera sinfonía, y a los 13, su primera ópera.

Se convirtió pronto en un Genio de los que nacen cada 100 años, a veces travieso, fuente de cualidades inagotables: Según muchos musicólogos, Mozart podía ser compositor puramente religioso, masónico, humorístico, dramático, frívolo, erótico, abstracto... escribiendo y moldeando la música en sus manos como a él le apeteciera, sin ningún límite ni dificultad, algo que provocó la envidia en su época por los músicos que le rodeaban, que pese a su seriedad y rigurosidad estudiosa nunca llegarían a esa facilidad compositiva.

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