La obesidad y la falta de ejercicio son un factor determinante para sufrir diabetes tipo 2.
"Al aumentar la obesidad en adolescentes aumenta en ellos la diabetes tipo 2, algo que era impensable 20 años atrás", afirmó Xavier Formiguera, del hospital German Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).
Las personas que sufren diabetes tipo 2 son aquellas que no necesitan una aplicación diaria de insulina (porcina, bovina o sintética humana), en contraposición con los pacientes que padecen diabetes tipo 1 que sí requieren la dosis diaria de este componente.
La insulina es una hormona segregada por las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas, ayuda a que la glucosa penetre en las células, en donde es utilizada como energía.
La visión del problema de la relación entre obesidad, diabetes y mortalidad fue completada por Luis F. Pallardo, del hospital de La Paz (Madrid). Este endocrinólogo tomó el título de una obra de Gregorio Marañón de 1927 (Estudios prediabéticos) para explicar una cadena que empieza en la obesidad; pasa por los procesos inflamatorios; sigue por la resistencia a la insulina; produce diabetes, hipertensión, dislipemia o trombosis (factores de riesgo cardiovascular que conforman el llamado síndrome metabólico) y finaliza en la aterosclerosis, "que es lo que mata".
Dentro de los riesgos cardiovasculares que conforman el síndrome metabólico tenemos la dislipemia que es cualquier alteración de los niveles normales de lípidos y la trombosis que es cualquier obstrucción de los vasos sanguineos.
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